jueves, 7 de enero de 2016

Ver y escuchar. La fascinación y el asombro.

Esta es una de las fotos más bonitas que conozco. Apareció por primera vez en una edición del Reader’s Digest de 1974, y el niño se llamaba Harold Wittles. Era sordo de nacimiento y cuando el médico lo examinó llegó rápidamente a la conclusión que escucharía con una prótesis. Cómo ya estaba familiarizado con las reacciones de niños anteriores, de esta vez contrató un fotógrafo profesional para que le tomara una foto a Harold en el preciso momento en que escuchara por primera vez en su vida. Y esa es la cara del niño, el retrato de la fascinación y el asombro.

 

Creo que retrata también lo que nos está sucediendo a todos los venezolanos en este momento en que mínimamente se nos permite escuchar libremente. Todavía nos falta mucho para tener unos medios de comunicación verdaderamente libres e independientes. Pero después de tantos años de represión, secuestro y silencio, estamos atónitos, fascinados, ante esta pequeña brecha de luz que significa el otorgarle el derecho de palabra a la oposición en la Asamblea y que estas alocuciones sean televisadas libremente. Fascinación y asombro fue lo que sentí cuando un diputado le preguntó a una Sra. Cília Flores cabizbaja y enfurruñada, porqué los integrantes de la “Primera Familia” de la República tenían pasaportes diplomáticos y los utilizaban para traficar toneladas de drogas. O que se va a averiguar, hasta el último céntimo, dónde están los 25 mil millones de dólares que la principal figura económica del régimen denunció habían sido sustraídas al país, suma con la cual se pudieron haber construido 18 Siderúrgicas del Orinoco. O que uno de los actuales jueces del TSJ fue nominado para el cargo dos días después de haber perdido su candidatura a diputado por el PSUV. Los jueces del TSJ no solo deben ser imparciales sino que es inconcebible que tengan activismo y militancia política.

 

Y no es con menos asombro que asistimos a las declaraciones de los voceros del régimen, verdaderas patadas de ahogado. Las declaraciones de Diosdado Cabello son de una gravedad inaudita. Dijo textualmente que a las decisiones de esta Asamblea el resto de las instituciones “no le van a parar”, que se le suspenderá la asignación de fondos y se le impedirá la publicación en Gaceta. Le faltó decir que la va a rodear de tanquetas.

 
Señores del Gobierno. Tómenlo con calma, con mucho tinito en la totumita y ponderación. No se atraganten con tanto “pueblo” y “derecha” en la garganta. Muchos de los que los sacamos de la Asamblea somos gente de izquierda, con más preparación, experiencia y convicciones democráticas de ecuanimidad social que Uds. Y el pueblo que nombró a esta Asamblea, la mayoría del pueblo venezolano, es el mismo pueblo que la va a defender. Con una agravante, en su contra. Es que si persisten en esta actitud de desconocimiento y boicot cada vez seremos más y estaremos más dispuestos a defenderla.

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