Aún así, queremos ir a elecciones. En
estas condiciones de ventajismo tan desproporcionado, desequilibrado, prácticamente
inadmisible, nuestra única garantía sería apelar, una vez más, a la observación
internacional. Pero nuestro CNE negó la participación de la OEA y de la UE en
éste proceso. Estuvieron aquí en el pasado y cerraron los ojos a centenares de
irregularidades que no son toleradas en sus propios países. Pero aún así, son una
mínima garantía de observación. Nuestro Gobierno sabe que esas instituciones
han empezado a abrir los ojos y a detectar sus artimañas y triquiñuelas. Y por
esa razón les ha negado su participación en este proceso. A quienes vamos a
tener aquí, son a funcionarios de los gobiernos de Nicaragua, Ecuador, Bolivia,
y de la misma Argentina y Brasil que tanto se han beneficiado, de forma subrepticia
e hipócrita, de sus relaciones con éste Régimen.
No entiendo cual es la posición de la
MUD. Esta clase de transigencias y concesiones ha redundado siempre en la
legitimación de los procesos electorales del pasado, que siempre fueron
controversiales, muy poco claros y que dejaron muchos espacios abiertos a la
duda, al cuestionamiento, a la mismísima impugnación.
Hemos dejado pasar una y dos y tres e innúmeras
veces los atropellos contra los principios de ecuanimidad, imparcialidad y
justicia que deben prevalecer en los procesos electorales transparentes.
Podríamos tener el 50% de ventaja en las
encuestas. Eso no significa nada si no se traduce en su expresión efectiva en
las urnas. Parece que la única preocupación de la MUD es dar una imagen de solidez
y unidad cuando debiera estar preocupada por otra cosa, por las garantías del
proceso. Los venezolanos ya estamos reunidos hace mucho tiempo, muchos años, por
una unidad de causa. Lo único que necesitamos es que los voceros de la
Oposición se conviertan en garantes de nuestra expresión, y no en nuestras “figuras”, “voceros”, “líderes” que expresen
nuestra opinión. Eso ya está expresado y constatado de mil formas, y nadie requiere de
más denuncias y pruebas sobre lo que está pasando en Venezuela. Estamos pasando
hambre, necesidades y dificultades para vivir. Eso no hace falta “denunciarlo” más,
porque todos los vivimos.
Necesitamos que nos digan que están
haciendo para contribuir a que éste sea un proceso electoral limpio y justo, en
el que no se van a permitir, a tolerar, trampas y juegos sucios. Expliquen lo
que están haciendo para saber si vamos a votar con un mínimo de garantías o si
vamos a malgastar, a erosionar, y quién sabe si a matar de una buena vez,
nuestra esperanza.
Si vamos a votar porque les aseguramos un
curul, y están creyendo que desde ahí, van a hacer o cambiar algo, díganoslo.
Si vamos a votar porque contribuiremos a detener la peor debacle en la Historia
de Venezuela, explíquennos cómo lo están haciendo. ¿Quiénes van a ser los
observadores internacionales? ¿Cómo vamos a asegurar que se circunscriba, y se
limite a un mínimo de decencia, la colocación del descomunal aparato del Estado
al servicio del PSUV? ¿Son Uds. los que nos están convocando a votar? Tenemos
el derecho de saber en qué condiciones y términos lo están haciendo ustedes, y
lo vamos a hacer nosotros.
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